Al ir en un trufi (un tipo de transporte público), encontré varias personas: mujeres (mayores y jóvenes), hombres (más jóvenes que mayores) y dos estudiantes de colegio (que obviamente entran en la clasificación de "hombres", pero algo especiales). Como en ocasiones anteriores, no les presté mucha importancia, pues sus conversaciones son "adolescentes" (por no decir triviales), pero ese día comentaban sobre su tarea (raro pero cierto) y por eso llamaron mi atención.
El uno le comentaba la tarea de filosofía al otro, que por la charla, daba a entender que había "olvidado" ir, ese día al colegio, pero tampoco se había quedado en casa, mas ese es otro tema.
La tarea consistía en escribir un texto por el lapso de 20 minutos durante los cuales se trate acerca de "Las nuevas tecnologías y la cosificación de las personas". Interesante pensé, ya que casualmente, llevo una materia de Tecnología Educativa y puse en el blog un poema que tiene relación con la cosificación de las personas.
Varias preguntas vinieron a mi mente ¿realmente la tecnología es sinónimo de desarrollo?, ¿en qué medida las nuevas tecnologías están deshumanizando a las personas?. Mi posible respuesta la hallé ese mismo momento, cuando los estudiantes dejaron de hablar de la tarea (que poco o nada les había interesado) y comenzaron a hablar de su cita en el café internet cerca de su casa.
Si bien el internet es y seguirá siendo el mayor avance en relación al acceso (con costos bajos) a la información, es también el mayor consumidor del tiempo de las personas (y ahora de los adolescentes). Mas no sólo es consumo del tiempo, sino consumo de sus ideas y sentimientos; éstos últimos bagan por la inmensa red sin tiempo y espacio.
Esto no le quita lo maravilloso de sus ventajas y ser la mayor creación humana, pero debemos tener cuidado de no ser destruidos (o cosificados) por la misma obra humana.
Pensemos .....
Por Naira:
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